viernes, 6 de agosto de 2010

El arma contra la guerra global del calentamiento: la pintura blanca

Por Alberto Muñoz Najar

El calentamiento global parece ser un problema imposible de resolver, pero un estudio científico presenta una solución simple, lo único que se necesita es pintura blanca en abundancia.

Reconocida actualmente como una de las estrategias más eficientes para la reducción del calentamiento global, el pintar los techos de blanco es la técnica que Stephen Chu (Secretario del Departamento de Energía de Estados Unidos) viene impulsando desde principios del año 2009 como solución al acelerado cambio climático.[1]

El fundamento de esta efectiva técnica se encuentra en el estudio científico “Global Cooling: Increasing World-wide Urban Albedos to Offset CO2” del Lawrence Berkeley National Laboratory. Según dicha investigación, los techos de color blanco permiten ahorrar energía, mejorar el confort y reducir el calentamiento del planeta.[2]

El estudio sustenta que los techos de color blanco y las pistas de colores claros reflejan la radiación solar en vez de atraparla como lo hace una superficie oscura. De esta manera se mantienen los edificios más frescos y se reduce el efecto “isla de calor” de las ciudades (acumulación de calor urbano por el uso de materiales absorbentes que se va multiplicando de un edificio a otro y trae como consecuencia la alteración del clima).

En términos cuantitativos, el mencionado estudio demuestra que por cada 10 m2 de techo blanco se compensa 1 tonelada de CO2 emitida, si dicho concepto se aplicara en las 100 ciudades más grandes del mundo, se compensarían 24 gigatoneladas de CO2. Si a ello se le suma el uso de materiales más claros para la construcción de las pistas se compensarían 20 gigatoneladas de CO2 adicionales. La compensación total de CO2 sería de 44 gigatoneladas, lo que equivale a eliminar el parque vehicular de todo el mundo por 18 años,[3] o liquidar el aumento previsto de las emisiones de CO2 de la próxima década.[4]

Desde mi punto de vista, si bien la idea es simple, es poco probable que en el mediano plazo se logre pintar los techos de blanco de las 100 zonas urbanas más grandes del mundo. Considero que hay que hacer un esfuerzo conjunto entre gobierno, empresa privada, organismos internacionales y ONG’s con el fin de concientizar y mostrar los beneficios que se generan por la aplicación de la técnica mencionada. Solo con un esfuerzo conjunto podemos pensar en lograr el sueño de tener un mundo blanco que mitigue los efectos del calentamiento global.



[1] FAHRENTHOLD, David. White rooftops may help slow warming: energy secretary pitches low-tech idea to reflect solar energy back into space. The Washington Post. June 14, 2009.
[2] AKBARI, Hashem. Global cooling: increasing world-wide urban albedos to offset CO2. Lawrence Berkeley National Laboratory. September 9, 2008.
[3] JOHNSON, Keith. Steven Chu: white roofs to fight global warming. Environmental capital of The Wall Street Journal. May 27, 2009.
[4] DAVID, Adam. Paint it white. The Guardian. January 16, 2009.